El único y verdadero héroe de cómic



Los superhéroes nos rodean por todas partes. Los vemos, sobre todo, en el cine, donde las superproducciones de Hollywood han hecho que estos personajes sean asociados, inmediatamente, con los cómics. Pues en la concepción generalizada, se sobreentiende que, si se habla de cómics, se habla de superhéroes. 

¿Y qué son los superhéroes? Son personas con "superpoderes", que pueden haber adquirido por accidente (una araña radiactiva que las pica, un rayo que los toca, etc.), o que les vienen por defecto cuando pertenecen a otras razas, otros planetas, otras dimensiones. También hay superhéroes que se procuran a sí mismos sus propios poderes a través de la tecnología, el ejercicio, la tozudez y/o el dinero. El otro ingrediente de la receta superheroica tiene que ver con la intención abierta, y vinculada a un conjunto de valores morales, de utilizar los superpoderes para "hacer el bien", proteger a los débiles, combatir a los delincuentes, etc. Y claro, la otra característica inevitable es el uniforme, con o sin calzoncillo sobre el pantalón, en el caso de los héroes masculinos.

Efectivamente, la gran mayoría de los personajes que definimos como superhéroes provienen de los cómics, aunque sean más populares en sus versiones cinematográficas o televisivas. Y es que, si nos detenemos a pensarlo un poco, el que los superhéroes hayan salido con facilidad de las páginas de historieta para hacerse ubicuos en los medios audiovisuales, se debe a que el hecho de provengan de los cómics, puede no ser más que una mera contingencia histórica. Aparentemente, no hay nada que amarre el tipo de personaje con el tipo de medio. Pareciera, incluso, que la "superheroicidad" se manifiesta de manera más plena, o se exhibe de manera más eficaz, a través de los efectos especiales y la imagen-movimiento. 

Pues bien, el cómic de Pascal Jousselin nos presenta un auténtico superhéroe, que cumple con los requisitos recién expuestos (superpoderes+axiología moral+uniforme) pero que además solo puede existir en el lenguaje de los cómics. Este sí es un auténtico héroe "de papel" (o al menos de imagen fija; de hecho, yo lo leí en formato digital, aunque, como veremos, algo se pierde en la versión para dispositivos electrónicos). Pues el héroe imaginado por este dibujante francés, y bautizado nada más ni nada menos que como Invencible (Imbattable, en su idioma original), tiene el superpoder de desplazarse entre las viñetas de la página del cómic que narra sus aventuras, de manera tanto horizontal como vertical, saltándose el orden de lectura de la gramática narrativa y visual de las historietas. Así que, como reza el eslogan que acompaña el título de cada una de sus aventuras, Invencible es "el único y verdadero superhéroe de cómic", pues en él se conjugan los elementos constitutivos del personaje en un mundo narrativo, con las características del propio medio de la narración gráfica. Veamos el siguiente ejemplo, que conocí primero (y de manera incompleta) en una red social, y que me llevó a descubrir esta inteligente historieta: 
Como se puede ver, las tres primeras viñetas siguen el orden secuencial normal de una página de cómic: en la primera, Invencible camina por la calle con una baguette bajo el brazo, hasta que alguien reclama su ayuda. La persona que lo inquiere es una típica ancianita que enfrenta un igualmente típico problema: su gato ha trepado a lo alto de un árbol, y ahora no puede bajarse. La anciana le pide a Invencible que trepe y lo rescate, pero este le responde que no es necesario. Hasta aquí, seguimos la convención según la cual leemos una viñeta tras otra (o mejor: una al lado de la otra), de izquierda a derecha y línea tras línea de viñetas, según el orden occidental de lectura que encontramos también en el lenguaje verbal.  Pero es en este punto cuando Invencible utiliza su superpoder: saliéndose parcialmente de la viñeta, se agacha y toma al gato que está en la cumbre del árbol de la viñeta de la línea inferior, y se lo entrega a la ancianita. Aquí se revela otra de las reglas que otorgan coherencia interna al superpoder de nuestro personaje: los otros personajes, si bien se benefician de la superhazaña, son incapaces de percibir o entender la manera en que Invencible la ejecuta. Es decir, siguen atrapados en la lógica secuencial de las viñetas. 

Esto se descubre cuando la acción de Invencible genera una pequeña paradoja: en la viñeta cinco, el gato en cuestión queda "duplicado": está a la vez en las manos de la anciana, y en lo alto del árbol. Pero el héroe se encarga de calmar a su beneficiada, indicándole que pronto se resolverá esa pequeña paradoja, debida a una momentánea falta de sincronización. Efectivamente, en la siguiente viñeta vuelve a haber un solo gato: el que reposa en los brazos de su agradecida y desconcertada dueña. 

Quizá esta explicación, un poco torpe y redundante, solo complica algo que el lector entiende con relativa facilidad cuando lee la página de Jousselin. Sin embargo, me tomé el trabajo de hacerla para subrayar una de las características del cómic sobre las que este artista gráfico reflexiona a través de sus dibujos narrativos: en la historieta, el tiempo es espacio, una metáfora que no es exclusiva de los cómics (está también en los relojes analógicos, en los calendarios, y en cientos de expresiones lingüísticas) pero que encuentra en ellos una de sus más jugosas aplicaciones. Así que lo que experimenta la anciana cuando percibe los dos gatos es una auténtica paradoja temporal, como cuando un viajero en el tiempo se encuentra con una versión más joven o más vieja de sí mismo. 

Invencible utiliza este superpoder para capturar a su archienemigo, para resolver problemas cotidianos, para salvar a la ciudad de una catástrofe. Este poder incluso le ocasiona algunos problemas en su vida diaria, como cuando en cierta página en la que está navegando en un bote con uno de sus amigos, arroja el ancla y esta, en lugar de sumergirse en el mar, atraviesa la línea de paneles y cae sobre el propio bote, unas líneas más abajo, haciéndolos naufragar. 


A pesar de lo ingenioso, el recurso puede hacerse un tanto repetitivo tras varias páginas. Pero Jousselin vuelve al rescate de sus lectores, introduciendo otros personajes que también encuentran en otros elementos del lenguaje del cómic, nuevos superpoderes. El primero es Mr. Jack, un viejo pensionado que tiene el poder de controlar los globos de texto (o bocadillos), afectando con ellos la realidad física del mundo que lo rodea: puede usarlos como armas para golpear a otros, o como globos para hacer flotar al propio Invencible y después dejarlo caer. En este caso, también, el común de las personas son incapaces de percibir o entender el poder de Mr. Jack, y solo Invencible logra descifrarlo, encontrando también la manera de neutralizarlo: simplemente, hay que bloquear el medio de expresión del personaje, su boca, para que no pueda producir globos a voluntad. 


Unas páginas más adelante, aparece 2D-Boy, un adolescente que admira a Invencible y sueña con convertirse en su side-kick, pero que al principio no controla bien su superpoder y causa algunos estragos, hasta que su héroe lo alecciona y lo invita a utilizar de manera adecuada el don que le ha sido otorgado: como su nombre lo indica, este joven torpe e ingenuo tiene la capacidad de controlar la perspectiva, que simula la tridimensionalidad en el medio bidimensional del dibujo, como se puede ver en la siguiente imagen: 


Y la cosa se complica aún más con El Bufón (The Jester): un archivillano que tiene el poder de desplazarse del haz de una página a su envés, o en otros términos, de desplazarse "recto-verso", y lo utiliza para el mal, hasta que Invencible logra descifrar esta capacidad y neutralizarlo. Y es aquí cuando la versión digital de este cómic empieza a quedarse corta, pues la idea de atravesar la página "de papel" aunque se entiende, no produce el mismo efecto cuando lo que se hace es cambiar de pantallazo en la interfaz gráfica de un kindle.  

La viñeta en el lado recto
 Y en el lado verso

Pero tal vez la aplicación de esta meta-narración gráfica que resulta más incómoda en la versión digital del cómic, es la historieta titulada "fisticuffs for Toodee" (puñetazos para 2D), en la que Invencible y 2DBoy unen esfuerzos para enfrentar a su archienemigo, quien ha diseñado un rayo aniquilador, el cual por accidente rompe la página, dejando a la vista la siguiente. En la versión para kindle, los editores se ven obligados a incluir aquí una advertencia para el lector: "en la versión impresa original de este libro, la página aparece cortada aquí, ofreciendo un vistazo de las siguientes páginas...":


Así que Jousselin no solo nos propone un meta-cómic que juega con las características del propio medio, sino que además ofrece una reflexión sobre las particularidades del formato impreso de las historietas, que se resisten a habitar solamente los soportes momentáneos de las pantallas digitales. Con esto no quiero defender una pretendida superioridad de los cómics "de papel" frente a sus manifestaciones electrónicas, o sus adaptaciones audiovisuales, pero sí resaltar, junto con Jousselin, que hay ciertas características que se disfrutan, exclusivamente, en libros y revistas que se ofrecen a nuestras manos y ojos como otras formas de acceso a universos narrativos. En realidad, es probable que no haya nada que sea completamente "exclusivo" del medio tradicional del cómic: el cine usa cada vez más frecuentemente las pantallas divididas que simulan viñetas, y esto permitiría, hasta cierto punto, los juegos espacio-temporales de la historieta. Así mismo, aunque de manera un poco torpe, la versión de kindle de Invencible nos hace entender, con sus notas aclaratorias, el juego solo posible en su versión impresa. 

No obstante, no deja de ser cierto, literalmente cierto, si se quiere, que Invencible es el único auténtico superhéroe de cómics: nos lo reitera también su heráldica, el emblema que adorna su uniforme, allí donde otros portan murciélagos o caracteres criptonianos parecidos a eses: el escudo de Invencible es el esquema en blanco de una página viñetada, una pura plantilla que los lectores habremos de llenar, incorporando el tiempo que nuestras manos y ojos se tardan en reinventar un mundo. 

Coordenadas editoriales

Actualmente no existe, que yo sepa, una versión en español de este cómic. Su lengua original es el francés, y apareció primero en la revista Spirou, en forma de historietas cortas. Otras aventuras de Invencible aparecieron luego en este semanario de la editorial belga Dupuis, que finalmente publicó el primer tomo recopilatorio de estas historietas el 7 de abril de 2017, y el segundo tomo fue publicado en el mercado francófono el 27 de abril de 2018. La versión en inglés de donde provienen las imágenes que cito en esta reseña es responsabilidad de la editorial Europe Comics, que se ha propuesto "replicar la variedad, riqueza y originalidad de los cómics europeos, en inglés y en formato digital", con el deseo de "difundir la herencia de la novela gráfica europea alrededor del mundo" (según afirman en su página web). Esta edición está disponible para Kindle, con acceso al mercado latinoamericano, en la tienda norteamericana de Amazon.

Invincible en amazon:

https://www.amazon.com/Invincible-1-Justice-Fresh-Vegetables-ebook/dp/B07GXYLMH5/ref=sr_1_1?__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&keywords=pascal+jousselin&qid=1560445532&s=gateway&sr=8-1

En la página de Europe comics:

http://www.europecomics.com/serie/imbattable/

La página oficial de Pascal Jousselin:

http://pjousselin.free.fr/

Imbattable en la página de Dupuis:

https://www.dupuis.com/imbattable/bd/imbattable-tome-1-justice-et-legumes-frais/70978


Comentarios

  1. ¡Buena recomendación!, es delicioso encontrar piezas narrativas que juegan con el lenguaje de su propio medio.

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    1. ¡Gracias, en próximas entradas voy a reseñar cómics similares!

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  2. Buen artículo. Había visto el primer cómic pero no sabía que habían más. Gracias!
    Mi humilde página: www.sillycomic.com

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  3. Gracias Juan Alberto. El cómic me sirvió mucho para trabajarlo en clase con los chicos

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